viernes, 12 de septiembre de 2014

La Sima de la Calabaza



Situación y accesos:

La Sima de la Calabaza esta situada en el Parque Natural de la Sierra de las Nieves en Málaga, en las inmediaciones de un característico peñón rocoso conocido como  Cerro Alcazaba. Sus coordenadas aproximadas son:
X. 319.944 ,  X. 4061.669,  1.660 m.s.n.m.
El acceso más cómodo y corto se realiza  desde el puerto de los pilones,  siguiendo la ruta que sube al pico Torrecilla pero desviándonos a unos quinientos metros  de iniciada la misma  hacia el Cerro Alcazaba y siguiendo una característica  cresta rocosa  para no perder altura. La entrada a la cavidad, esta compuesta por una pequeña torca de hundimiento y  se haya a unos 300 metros antes de llegar al cerro  y próxima a un pequeño barranco con  característicos canchales de arena roja. 

Foto aérea de la localización, ruta de acceso y planta de la Sima Calabaza. Abajo una foto del equipo cerca de la boca de la cavidad con el Cerro Alcazaba al fondo. Foto: Ricardo Tamayo.


  
Historia de las exploraciones:

Entre los años 1989-1991, el grupo “Espeleoclub-Sevilla” realiza una serie de prospecciones y exploraciones  espeleológicas en la zona que rodea el Cerro de la Alcazaba. Colaborando con los miembros de este grupo se encuentra entonces  el conocido geólogo francés  Jean-Jacques Delannoy que los asesora en estos trabajos.
Fruto de estas campañas se descubren cuatro cavidades  que son explorados hasta diferentes cotas. De todas ellas, se destaca la denominada "Sima de la Calabaza" donde, tras varias desobstrucciones muy complejas y una durísima exploración por la necesidad de superar zonas muy estrechas    se alcanzan los -140 metros de profundidad ante un meandro impenetrable.
Las exploraciones se abandonan en este punto, sin que salga a la luz ninguna publicación de estos trabajos, a pesar de que se realiza un croquis topográfico que no llega a ver la luz. Las exploraciones en la sima  no se retoman  hasta el año  2000,  cuando el Espeleoclub Karst, entabla contactos con  miembros del ya desaparecido grupo. Entonces se  decide comenzar una serie de visitas a la cavidad, con objeto de valorar las posibilidades de desobstrucción del meandro final.
Boca de entrada de la Sima Calabaza. Campaña 2007.  Foto: Ricardo tamayo.
 Varias incursiones en la cavidad permitieron la reinstalación completa de la misma retirando todas las cuerdas antiguas que permanecían en la sima desde el año 91, así como acondicionar algunos pasos muy estrechos.  Como complemento a las exploraciones se elabora un croquis topográfico que permite establecer  las direcciones y profundidad real alcanzada que alcanza los -115 metros.

Forzando un meandro en la Sima Calabaza, Campaña 2001. Foto: Archivo Karst.
 Con estos datos y motivados por  la presencia en la cavidad  de una  fuerte corriente de aire siempre hacia el interior se suceden una serie de campañas de desobstrucción realizadas a lo largo de los años  2000 al 2003. Tras una sucesión de  duros y penosos trabajos ganando centímetros a la roca  la punta queda detenida en una fisura impenetrable a unos  -145 metros de profundidad.
En el año 2007 la AAES realiza una serie de salidas a la cavidad, reinstalado de nuevo toda la sima y agrandando muchas de las gateras para facilitar el acceso a la punta. En la fisura terminal se consigue avanzar unos metros pero no se consigue forzar el paso hasta una zona más ancha. 
Equipo de exploración en el año 2001 en el fondo de la cavidad. Foto: archivo Karst.

Forzando un estrecho meandro en la Sima de la Calabaza. Foto : Antonio Moreno.





Descripción:
La cavidad comienza a desarrollarse como un pequeño sumidero abierto a favor de unas juntas de estratos inclinadas por las que se puede descender en oposición y sin necesidad de cuerda. Esta  zona es algo peligrosa por la existencia de innumerables bloques sueltos que podrían producir un accidente. Descendidos unos metros, alcanzamos una gatera  por la que accedemos  a una vertical  de 5 m. que nos deja en una sala de forma circular sobre la que se abre un aporte de medianas proporciones. Hemos de remontar escalando por la pared contraria  para acceder a la parte superior de un estrecho meandro desfondado. 
Accediendo a un pozo. campaña 2007. Foto Rafa Martín.
 
Agrandando un  un paso en el suelo. Campaña 2007. Foto: Ricardo tamayo
 Superado este tortuoso paso alcanzaremos una zona más amplia por la que  descenderemos en oposición unos resaltes hasta un nuevo meandro igual de estrecho y tortuoso  que da acceso a una vertical de siete metros formada por una diaclasa vertical. Una vez en la base habremos de introducirnos por una nueva gatera vertical  para llegar a la cabecera de un pozo de mayores dimensiones y profundidad que genera una  nueva vertical de 13 metros., la mayor de la Sima. A esta vertical y tras un corto recorrido le sucederán otras dos de similares dimensiones, conectadas por pequeños meandros. Llegados a este punto estaremos en una sala de la que parten dos posibles continuidades. En el suelo se abre un estrecho meandro que fue desobstruido en un primer momento pero que finalmente conecta con la vía superior a la que se accede por una pequeña gatera situada unos  metros por encima y conocida como “el paritorio”, siendo fácil  imaginar el ¿porqué?. Accederemos por esta última, que es la vía de descenso más cómoda, recorriendo  una galería inclinada que culmina en una pequeña sala colector donde se unen las dos vías mencionadas. En el suelo está la continuidad que es una  estrecha diaclasa vertical por la que descenderemos en oposición hasta que el distanciamiento de las paredes nos obliga a instalar una cuerda. El fondo de este pozo es una nueva sala desde la que seguiremos descendiendo en oposición por una estrecha fisura hasta la punta de exploración constituida por un paso impenetrable. Toda esta zona final esta recubierta de abundantes formaciones. 
Descendiendo el pozo de 13 metros en la Sima Calabaza. Campaña 2001 .Foto: Archivo karst.
 
Conclusiones: 
            La fuerte corriente de aire de aire presente en la sima delata su continuidad y su más que posible conexión con un gran sistema subterráneo profundo que debe de tener un gran volumen de cavernamiento dada la fuerza de la corriente de aire y que siempre sople hacia el interior,  sin que en ningún momento haya llegado a invertirse. La altura y localización de la  boca de entrada  arroja un potencial teórico de más de 1.000 metros de profundidad pero las dificultades y extrema estrechez de los pasos finales han hecho hasta ahora imposible su exploración sin descartarse que en exploraciones futuras se pueda llegar a forzar la punta y continuar avanzando. La superposición del trazado de la Sima a la foto aérea nos indica que primero se desarrolla totalmente al Sur, siguiendo los planos de falla pero que al alcanzar profundidad gira totalmente hacia el Oeste porque conecta con una nueva sucesión de diaclasas más estrechas y que es donde se haya detenida la progresión.
            La Sima de la Calabaza es en definitiva una de las muchas  “asignaturas pendientes” que los exploradores actuales y futuros de la grandiosa Sierra de las Nieves  de la que aún queda mucho por explorar.

Forzando un meandro en la Sima Calabaza. Foto: Rafa Martín.

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Finalmente dejo un enlace a un video sobre las exploraciones del Espeleoclub Karst en la Sima de la Calabaza.